Durante muchísimo tiempo, el cannabis ha sido señalado como una sustancia que aleja a las personas de la actividad física, asociada con el sedentarismo, la falta de motivación y los ojos rojos del “típico marihuano”. Pero en los últimos años, y gracias a investigaciones más abiertas y objetivas, esta etiqueta ha comenzado a cambiar.
Un poco de contexto:
Antes de entrar en materia, es importante entender qué es el cannabis y cómo funciona. La planta contiene más de 100 compuestos químicos conocidos como cannabinoides, los más conocidos son el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol). El primero es el que te pone “high”, y el segundo no es psicoactivo, pero tiene efectos calmantes y antiinflamatorios.
Estos compuestos interactúan con nuestro sistema endocannabinoide, un sistema que TODOS tenemos —y quiero hacer mucho énfasis en esto—: TODOS contamos con un sistema endocannabinoide en nuestro organismo. Este sistema forma parte de funciones clave como el sueño, el apetito, el estado de ánimo, la inflamación y la recuperación muscular.
Cannabis y recuperación muscular: de aquí partimos.
Uno de los beneficios más investigados del cannabis en el contexto deportivo es su potencial para favorecer la recuperación muscular. Después de un entrenamiento intenso, el cuerpo entra en un proceso de reparación y regeneración. Es en esta etapa donde el cannabis, especialmente el CBD (el cannabinoide del que hablamos anteriormente), ha demostrado ser de gran ayuda. ¿Cómo exactamente?
- Desinflama: Diversos estudios han demostrado que el CBD puede reducir la inflamación muscular post-ejercicio, lo cual es clave para acelerar la recuperación.
- Alivio del dolor: Tanto el THC como el CBD han mostrado propiedades analgésicas, ayudando a disminuir las molestias musculares sin necesidad de recurrir a medicamentos más fuertes, como los opioides.
- Mejora del sueño: Dormir bien es esencial para una buena recuperación. Muchos deportistas, entre ellos Michael Phelps (natación), Nate Diaz (UFC/MMA), Ricky Williams (NFL), Cliff Robinson (NBA) y Megan Rapinoe (fútbol femenino, EE.UU.), utilizan o han utilizado algunos de los compuestos químicos del cannabis —los cannabinoides— como parte de su rutina de recuperación, especialmente para mejorar la calidad del sueño. El CBD es particularmente valorado por su capacidad para promover la relajación sin generar efectos psicoactivos.
Por ejemplo:
Imagina a un atleta en plena competencia de varios días. Acaba de terminar una carrera brutal: kilómetros bajo el sol, terrenos irregulares, el cuerpo al límite. Sus piernas arden, los músculos están inflamados y, aunque está agotado, el dolor no lo deja dormir. Sabe que necesita recuperarse para seguir rindiendo al día siguiente.
En lugar de recurrir a antiinflamatorios tradicionales —que podrían irritar su estómago o afectar su rendimiento—, decide usar un aceite con CBD. No siente ningún efecto extraño, ningún mareo, ningún “viaje”. Solo descanso. Esa noche duerme profundo, y al despertar, sus músculos responden mejor, su mente está más clara, y el cuerpo agradece ese impulso natural para repararse.
Hoy por hoy, no tiene sentido no aprovechar los beneficios del CBD.
Cannabis y concentración: algo de lo que hay que hablar.
Aunque podría sonar contradictorio, varios usuarios reportan que el cannabis los ayuda a entrar en un estado de “enfoque” durante ciertas actividades físicas. Esto se ha observado sobre todo en deportes como el yoga, el ciclismo, la escalada o el surf, donde se necesita una conexión mente-cuerpo.
Esto no significa que beneficie de la misma forma a todas las personas, ni que todos los tipos de cannabis sean adecuados. Hay cepas y presentaciones que pueden favorecer el enfoque mental, mientras que otras pueden provocar somnolencia o distracción. Como ocurre con casi todo en el mundo del bienestar, se trata de encontrar lo que funciona para ti, y usarlo en la medida justa.
¿Qué dicen los profesionales?
Aunque todavía hay demasiados prejuicios, algunos atletas de alto rendimiento, incluso olímpicos, han hablado abiertamente sobre el uso de cannabis en su entrenamiento o recuperación. Por ejemplo:
- Nate Diaz, luchador de la UFC, ha sido visto usando CBD en conferencias de prensa, asegurando que lo usa para recuperarse después de los combates.
- Megan Rapinoe, futbolista profesional y campeona del mundo con la selección de EE.UU., ha promocionado públicamente el uso de productos con CBD como parte de su rutina diaria.
Estos casos no son una invitación directa a consumir, sino una muestra de cómo el estigma está cambiando y cómo incluso deportistas de élite encuentran valor en esta planta.
¿Pero, el CBD es legal?
Aquí hay que ser claros: la legalidad del cannabis varía de país en país y de provincia en provincia. En lugares como Uruguay, Canadá, o ciertos estados de EE.UU., su uso está totalmente regulado tanto para fines recreativos como medicinales. Si estás pensando en probarlo, asegúrate de conocer las leyes locales y, si es posible, consulta con un profesional de la salud.
No todo es blanco o negro
Con este artículo no buscamos decirte que el cannabis es la solución mágica para mejorar tu rendimiento deportivo. Como cualquier otra herramienta, debe usarse con información, responsabilidad y conciencia. Puede no ser adecuado para todos los cuerpos, ni para todas las situaciones.
Sin embargo, también es momento de dejar atrás la idea de que esta planta solo sirve para “ponerse pacheco”. Hay ciencia detrás, miles de testimonios reales, y sobre todo, hay una oportunidad para replantear nuestra relación con el cannabis.
En resumen…
- El cannabis, especialmente el CBD, puede ayudar en la recuperación muscular, el alivio del dolor y la mejora del sueño.
- Algunos deportistas aseguran que les ayuda a concentrarse o a entrar en un estado mental óptimo para ciertos deportes.
- El estigma está disminuyendo, pero aún hay mucho por aprender y por normalizar.
- La clave está en tener información clara, el uso responsable y abrirnos a nuevas posibilidades.