Imaginando un mundo sin violencia de género
Por: Mar <3
Cuando leí la frase qué titula este ensayo, debo admitir, que mi mente explotó. Después de reflexionar sobre esta profunda invitación a imaginar un mundo sin violencia de genero. Un mundo que si algo te “pega” será por el efecto psicoactivo de la sustancia que hemos libremente elegido consumir, me di cuenta de que nunca me había atrevido a pensar en un mundo donde la violencia fuera mínima, tan mínima que nada me pegaría, más que mi amado churrito.
Este eslogan feminista lo subió una amiga en sus historias de Instagram sobre la marcha 8M 2024 en la ciudad de México, un evento que oficialmente conmemora el día internacional de la mujer pero que para las mujeres y personas viviendo en cuerpos disidentes mexicanas, es un día donde salimos a exigir nuestros derechos y los derechos de otres como las mujeres indígenas, trans y personas en la comunidad LGBTQIA+, en conjunto alzamos la voz para desahogar nuestro dolor, caminamos en la calle para hacer amigas y sobre todo, salimos en solidaridad con las millones de víctimas de violencia de género en nuestro país, las madres buscadoras y todas las que mueren por feminicidio.
“A mí lo único que me pega es la mota” es un excelente ejemplo del feminismo progresivo, es una guía hacia los valores del futuro y de lo que buscamos las personas que luchamos por la liberación colectiva. Te invito a imaginar un mundo donde el espíritu feminista de la marihuana guíe tus valores, por ejemplo; la planta comúnmente se fuma de manera comunal, en un círculo, donde cada miembro tiene su espacio y aún que se ausente momentáneamente, se valora y respeta su lugar en el círculo. Fumar en círculo es una manera de ceremonia que nos permite conectar y pertenecer a algo más, estar en familia y convivir. El porro se comparte igualmente entre todes, la marihuana nos recuerda crear un mundo donde tengamos espacios para reflexionar a veces en silencio, a veces con otras personas, sentir nuestras emociones plenamente, espacios de creatividad y sobre todo, reírse y comer delicioso.
Mientras escribo esto no dejo de preguntarme: ¿Cuáles son los otros regalos de la hierba sagrada? A demás de fumarla, ¿qué podemos aprender de su cultivación y cuidados?, ¿es esto un ejemplo de sociedad matriarcal? ¿Acaso estamos listos, como sociedad; para recibir y actuar bajo las enseñanzas de Marijuana? La visión de
cuidado mutuo que nos enseña es posiblemente su mejor legado y como consumidora es un honor proteger su sabiduría y compartirla con ustedes.
Así que no lo olvides, consumas o no, nunca dejes de imaginar un mundo sin violencia, donde a nadie le pegan a menos que quiera fumarse un buen bongazo ya sea en aislamiento o en comunidad.